Como una novela de amores tóxicos, llega a los titulares el encuentro de Claudia y Petro.
Bogotá ya no sabe que esperar:
Un día se abrazan y se besan. Al día siguiente, se enfrentan en batalla campal. ¿La razón? El Metro de la ciudad.
Petro está decidido a suspender el Metro elevado de Bogotá si no se entregan los estudios técnicos – Así lo manifestó durante su campaña.
Por su parte, Claudia defiende a capa y espada el Metro elevado de Bogotá. La Mega-Obra puesta marcha desde hace ya más de un año, con la que se han comprado y derribado cientos de predios dónde pasará la línea del Metro.
Nadie sabe a ciencia cierta a qué acuerdos llegaron durante la reunión, pero lo que se sabe, es que uno de los dos, al final tendrá que ceder y si Claudia es la derrotada de esta relación, la tusa le durará por lo menos 2 años más a Bogotá. Una tusa sin Metro.
Si Petro decide suspender la obra, serán tiempos densos de licitación otra vez: Comenzar de ceros.
La vida nos enseña que las relaciones tóxicas nunca llevan a un final feliz, y el que pierde generalmente es el que más ha dado.
¿Dejarán la discusión por el bien del Metro?
Bogotá quiere Metro y lo quiere ya.