Lo ocurrido con Rodolfo Hernández parece tener explicación en su ausencia de las consultas interpartidistas. Durante meses intentó venderles a los colombianos la idea de que no participaría para no gastar dinero de sus impuestos, y para solo hacer alianzas con el pueblo. Pero, al parecer, le salió mal. A menos de dos meses de la primera vuelta, su nombre dejó de sonar en las encuestas y Federico Gutiérrez le arrebató, por lejos, el segundo lugar.
Por su parte, Sergio Fajardo parece también un candidato desdibujado. Su baja votación en la consulta del Equipo de la Esperanza, el pasado 13 de marzo, parece haber dilapidado todas las opciones que tenía para llegar a la Casa de Nariño. Ese día, nadie habló de él. Solamente se habló de los dos grandes ganadores: Gustavo Petro y Federico Gutiérrez ¿Podrá remontar? Parecería muy difícil.
Por otro lado, también encontramos candidatas como Ingrid Betancourt que parecían, en principio, buenos animadores de esta contienda electoral, pero que también se desdibujaron por la falta de apoyo entre los colombianos. El país no le compró su discurso de las maquinarias, quizá no porque no fuera cierto, sino porque no lo supo vender. Lo que pudo ser una denuncia con mucha validez terminó siendo una caricatura en redes sociales.